Frigoríficos ya no están llenos de ataúdes y mayoría de hornos trabajan de día y, eventualmente, de noche
Desde hace dos semanas, los cementerios El Ángel y Campo Fe vienen registrando un significativo descenso de cremaciones y entierros, lo que –de momento- se traduciría en un avance en la lucha contra la pandemia del COVID-19.
Al crematorio del cementerio El Ángel llegan menos cadáveres al día. Los contenedores frigoríficos ya no están llenos de ataúdes, como ocurría hace semanas, donde los trabajadores día y noche tenían que incinerar los cuerpos.
Ahora solo almacenan lo que se va a cremar en las próximas horas.
“Antes los hornos de cremación trabajaban las 24 horas, pero desde mediados de junio trabajan de día y de manera eventual de noche. De unos 20 cuerpos que llegaban en promedio al día la primera quincena de junio, ahora hay solo 10, ha bajado. Los contenedores ya no están llenos”, relata José Salcedo, supervisor del crematorio.
La cifra de entierros, en tanto, es variable. Hay días en que llegan dos, otros seis, nueve, o no hay programación. Sin embargo, todos tienen varios días de fallecidos.
TENDENCIA A LA BAJA. En Campo Fe el panorama es similar. “La primera quincena de junio llegamos a un total de cien entierros diarios en Puente Piedra y Huachipa, de los cuales el 60% era de fallecidos por coronavirus. Pero la segunda quincena bajó a 70 diarios. De estos, el 60% (42) había muerto a causa de ese mal”, explicó el gerente comercial, Constante Castillo. Las incineraciones también bajaron de 10 a cinco.
El funcionario explicó que desde el 19 de marzo hasta el 30 de junio, han hecho 296 cremaciones para fallecidos por COVID-19.
En tanto, los entierros confirmados por coronavirus, entre el 20 de abril y 30 de junio, se contabilizan en 3,164.
(Cortesía de Diario Correo)