Cerca de cuatro años le tomó al Ministerio Público en Cusco, reunir las pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad de dos mujeres que arrebataron el bebé de una adolescente, en estado de vulnerabilidad, para proceder con una adopción irregular.
La magistrada Andrónica Zans Rivera, de la Fiscalía Especializada en Trata de Personas, consiguió que Benedicta Pacori Quispe y Brigitte Sara Rodulfo Castillo sean condenadas a 25 años de cárcel. Este tipo de delitos es de los más complejos y difíciles de demostrar; sin embargo, una minuciosa investigación y la declaración de testigos, permitió la sanción penal.
Los hechos se remontan al año 2017 cuando Benedicta Pacori Quispe e Yrma Castillo Zapata, enfermeras que laboraban en el Hospital Alfredo Callo Rodríguez de Sicuani (Canchis), y la hija de una de estas, Brigitte Sara Rodulfo Castillo, se aprovecharon de la situación de una adolescente que acababa de alumbrar a un bebé, producto de una violación sexual.
Bajo estas circunstancias de conmoción que vivía la menor, las mujeres le dicen que no debería quedarse con el bebé. Aún así, la madre adolescente llegó hasta su vivienda con su hijo, pero horas más tarde llegaron las sentenciadas y, tras una conversación, sin decir exactamente lo que querían, huyeron con el niño dejándole 500 soles.
Inmediatamente, la adolescente y su madre salieron a buscarlas, pero no las encontraron. Colocaron la denuncia con ayuda de dos trabajadoras del hospital, quienes fueron testigos de los hechos. Finalmente, las mujeres optaron por devolver al recién nacido, pero el delito ya se había cometido.
Solo una detenida
Las mujeres fueron procesadas en libertad. La sentencia de 25 años, la reparación civil de S/ 10.000 y la inhabilitación por 10 años se dio contra Benedicta Pacori (detenida hace un mes) y Brigitte Rodulfo (no habida). En tanto, la madre de esta última, Yrma Castillo Zapata, está prófuga de la justicia y su juicio continuará cuando sea detenida.
La adolescente junto a su madre no descansaron hasta hallar justicia. El apoyo de dos trabajadoras del nosocomio fue vital, incluso pese a sufrir hostigamiento en su centro laboral y amenazas de muerte, sostuvieron sus declaraciones durante el proceso.
(Cortesía de La Republica)
