El exsecretario presidencial, Bruno Pacheco, reveló ante la Fiscalía nuevos detalles sobre el entorno del presidente Pedro Castillo. Según el dominical Panorama, se refirió al sobrino del mandatario, Jaime Vásquez Castillo, como una persona violenta, encargada de trasladar portátiles para plantones. Recordó que, en noviembre del año pasado, cuando se descubrieron los 20 mil dólares en Palacio de Gobierno, recibió una llamada de este personaje, quien luego de increparle, le dijo «estás jodiendo a mi tío, por qué no renuncias o te voy a matar».
Antes de que ocurrieran las recientes detenciones al entorno de Pedro Castillo, Bruno Pacheco narró las conversaciones que tuvo con el alcalde de Anguía, José Nenil Medina, a quien describió como una persona cercana al entorno presidencial. Sobre este último, relató en su delación una conversación entre ambos durante noviembre en la que el alcalde le comunicó sobre la publicación de un decreto supremo para obras en su distrito.
En una de las preguntas ante la Fiscalía Bruno Pacheco detalla que, en palabras de José Nenil Medina, el mencionado decreto supremo ya había salido y que estas obras de agua saneamiento en la localidad de Yamse, en Anguía, «la iba a trabajar con Lilia y Yenifer». Se trata de un proyecto previsto en un decreto supremo firmado el 29 de octubre por Pedro Castillo para una obra que, coincidentemente, ganó una empresa vinculada a Anggi Espino.
Según el exsecretario de Palacio de Gobierno, el alcalde distrital le confesó que la obra, que se adjudicaron los hermanos Hugo y Anngi Espino, con un presupuesto de 3 millones de soles, «la iba a trabajar con Lilia y Yenifer». Para el exsecretario, que ganen los hermanos Espino era lo mismo que decir que ganen las hermanas Paredes, lo cual abonaría a la tesis fiscal del negocio compartido con Yenifer, Lilia y otros hermanos del jefe de Estado.
Órdenes por escrito y pago de 30 mil dólares
Según información de Panorama, Bruno Pacheco también habló ante la Fiscalía sobre el caso de los ascensos policiales y militares en el que narra la existencia de un sobre con 30 mil dólares en agradecimiento entregados por la escolta chotana José Tarrillo.
Para acreditar la intervención del presidente, el exsecretario entregó lo que habrían sido dos órdenes escritas por Pedro Castillo en un post it en los que el jefe de Estado dispone relevar de un cargo en la Casa Militar a un oficial para colocar al hijo de un amigo chotano. Sin embargo, al no poder, lo nombró asesor en Palacio de Gobierno.
Se trataría de dos órdenes escritas con tinta azul de manos del propio jefe de Estado. Según su declaración, el mandatario realizaba apuntes que le entregaba.
El dominical sostiene que, en un segundo escrito el jefe de Estado ordena que en un general sea movido de la Dirección de Tránsito a la Escuela de la PNP. Pacheco señala a la escolta chotana, el suboficial Jorge Tarrillo, cercano a Pedro Castillo, y al otro escolta Aladino Irigoin Chávez como los que redactaron los ascensos solicitados por el presidente.
Uno de estos casos habría ocurrido en un viaje a Cajamarca, donde Pedro Castillo se habría encontrado con un antiguo profesor suyo, quien le recomendó a sus hijos, ambos coroneles de la Policía. Tras esto, el mandatario apuntó sus nombres: «coronel Marco Marín, Casa Militar, debe ser relevado por coronel Ejército Bocanegra».
Castillo -siempre según la versión de Panorama- le entregó por escrito la orden a Bruno Pacheco y el 14 de setiembre el coronel Ciro Bocanegra, hijo de su amigo, fue asignado a la Casa Militar de Palacio de Gobierno en reemplazo de Marco Marín; sin embargo, realmente entró a trabajar como parte del gabinete de asesores de la Presidencia.
En otro pedido, Pedro Castillo pidió que Ciro Bocanegra ascienda de coronel a General; sin embargo, el coronel José Vizcarra, por ese entonces comandante general del Ejército, se negó a acatar este pedido y le explicó sus motivos al mandatario en una reunión. Tras esto, fue pasado al retiro por no acceder a la indicación del jefe de Estado.
En otra indicación se menciona que el general PNP Juan Olivera pase de la Dirección de Tránsito a ser Director de la Escuela de la Policía, algo que le fue planteado por el propio Bruno Pacheco y que no fue aceptado por este general. Pese a que esta orden de Pedro Castillo no se concretó, se revelaría que el exsecretario sí intentó cumplir con esta indicación.
Cortesía (RPP)
