Esta mañana, decenas de trabajadores de agencias, operadoras de tours y empresarios independientes realizaron una marcha y plantón en exteriores de la Dirección Desconcertada de Cultura Cusco.
Con pancartas en mano exigían que se transparente la lista de personas que adquirieron las 1.000 entradas ofertadas el pasado lunes 18 de julio en varios puntos de la ciudad para ingresar a la ciudadela de Machu Picchu.
Los boletos de entrada son un requisito obligatorio para que cualquier turista, nacional o extranjero, ingrese a la Llaqta de Machu Picchu. Según los trabajadores, los boletos están agotados hasta el próximo 2 de agosto. Es un riesgo para los manifestantes que viven del turismo.
Uno de los manifestantes explicó que solo ayer, en Machu Picchu, 150 turistas no pudieron ingresar a la Llaqta. Se sienten estafados, engañados, molestos. “Es más, podrían ocurrir nuevos desmanes como la semana pasada”, refirió uno de ellos.
“Sólo queremos que pongan a la venta más entradas, no hay entradas, ni siquiera la empresa Huayna Picchu que cuesta 50 soles más tiene entradas disponibles, ¿Cómo alimento a mi familia?”, enfatizó Gerson Escudero.
Funcionarios de la Dirección Desconcertada de Cultura Cusco afirmaron que la directora Mildred Fernández está buscando una salida. Anunciaron que escuchan los pedidos de los trabajadores, aunque hasta en momento no hay una respuesta concreta.
Cortesía (La Republica)
