El Ejecutivo se mantendría en sus trece, en que la única salida para el adelanto de elecciones pasa por el Congreso, descartando una vez más la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, a fin de obligar al Parlamento a convocar a comicios este año.
No tomarían en cuenta el Manifiesto por el Perú que el lunes por la noche le entregaron la Asamblea de Gobiernos Regionales (ANGR) y la Asociación de Universidades Nacionales del Perú (AUNAP) a la mandataria, pidiéndole exigir al Parlamento adelantar los comicios ante la grave crisis política que se vive. Menos aún, que evalúe la posibilidad de renunciar si el Legislativo no escucha el clamor de la mayoría de la población. El tema no se vería en el Consejo de Ministros de hoy. Así se puede entender de las declaraciones que dieron ayer varios miembros del gabinete.
El titular de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, señaló que el Ejecutivo ha planteado dos veces el adelanto de elecciones, presentando proyectos de ley, pero que es una competencia del Parlamento. “Entiendo que se está discutiendo el tema, pedimos a los congresistas que estén de acuerdo con un clamor del pueblo, que lo evalúen, pero también somos respetuosos de las competencias; ellos tienen la competencia de evaluar, debatir y decidir”, declaró.
Sobre el pedido de la Asamblea de Gobernadores Regionales y de la asociación de rectores de universidades públicas que solicitan a Boluarte exigir al Congreso el adelanto de elecciones, Demartini aseveró que no todos lo han suscrito, remarcando que no se puede imponer a la presidenta que tenga esa postura frente al Legislativo. Aseguró que están trabajando en puentes de diálogo con organizaciones sociales y gobernadores regionales.
En la misma línea se expresó el ministro de Educación, Óscar Becerra, afirmando que el adelanto de elecciones está en manos del Congreso y, si no lo aprueban, lo van a respetar. Recalcó, además, que la renuncia de Boluarte no resolvería el problema.
Cortesía (LaRepública)
